El agua se trata de uno de los elementos más esenciales para la salud. Con sólo deciros que estamos compuestos de un 70% de agua os lo decimos todo. El cuerpo es sabio y si está compuesto de un porcentaje tan alto de agua sus motivos tendrá, por lo que tendremos que dárselo.
Un déficit de agua lo nota rápidamente el cuerpo y su demanda de agua se traduce de varias formas:
- Pérdidas momentáneas de memoria.
- Dolores de cabeza.
- Irritabilidad.
- Somnolencia.
- Problemas de concentración.
Todos estos síntomas dependen del porcentaje y grado de deshidratación que se tenga. Así como el déficit de agua te genera diferentes consecuencias, la ingesta de agua también, pero en este caso beneficiosas para el cuerpo y la salud:
- Regula la temperatura.
- Elimina las toxinas.
- Ayuda a transportar nutrientes.
- Aporta una hidratación constante a la piel, ojos, boca y nariz.
Desde el gimnasio os recomendamos que bebáis unos 8-10 vasos de agua diarios y que antes, durante y después de la actividad física también se beba a tragos más pequeños.